viernes, 13 de marzo de 2009

El misterio en los relatos (a propósito de Juan José Millás)

Había una vez una iglesia abandonada en un pueblo y unos amigos nos colamos por las ventanas que estaban ya muy castigadas por el paso del tiempo y la mala utilización de éstas. Íbamos preparados con móviles, linternas y petardos, ya que queríamos destruir lo que quedaba de iglesia.

Durante unos minutos estuvimos dando vueltas sin rumbo. Al rato, vimos un gran pasillo que daba a la pila de bautizar, ya en mal estado. A los extremos, unos bancos de los que ya no quedaba nada, salvo unos restos que cogimos y golpeamos con ellos en la pila. Acto seguido lo grabamos.

El pasillo conducía a dos direcciones: una de ellas a un altar con la biblia impecable y reluciente. Cogimos un mechero, pusimos petardos y al momento empezó a arder. Antes de que se consumiera del todo, seguimos por el pasillo y encontramos una chaqueta, un abrigo y unos zapatos y entre unas sombras misteriosas un hombre. De repente, se fue la luz de las linternas y de pronto no quedaba ni la chaqueta, ni el abrigo, ni los zapatos. Empezamos a oír pasos que venían del pasillo central, se alejaban lentamente.

Al final, volvimos por el mismo sitio. La biblia estaba ahí, como si no hubiera pasado nada. ¿Qué pasó? No lo sabemos muy bien, pero el hombre misterioso..., pudo ser él. Complicado, nada complicado. Solo espero volver otro día y saber qué ocurrió en ese mismo momento la iglesia está...


Realizado por José Manuel Jiménez (2º B)

Imagen: http://static.flickr.com/23/34053752_eaa1cf7dd8_m.jpg

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